miércoles, 15 de junio de 2011

Cap. 19 (Take a chance on me)



-      Rowena, - dijo lentamente Marianne – cada chica en Norteamérica y en el Reino Unido está enamorada de el, tan sólo míralo – dijo señalando al Paul de la pantalla que en ese momento cantaba Till There Was You.
Rowena se acercó a Marianne y se sentó a su lado.  - No enamorada así Marianne, enamorada de verdad – dijo
-      ¿Y si lo estuviera…cambiaría en algo? – dijo Marianne triste, pero aún sonrojada.
Rowena pasó el brazo por los hombros de su amiga, y ella se recargó.
-      Saldré de su vida…- dijo Marianne quedamente – y…espero que el salga de la mía, como habían sido estos años. – dijo Marianne, y entonces, apagó el televisor, el cual tenía demasiado cerca.
-      Vamos a dormir…- dijo Anna y palmeó a Marianne, y luego abrazó a Rowena, mientras cerraba la puerta.
Se levantaron al día siguiente, y fueron a sus trabajos. Cuando llegaron al periódico, Mía fue al escritorio de Marianne.
-      Me alegra que estés mejor de tu resfriado Marianne – dijo sonriendo y Marianne volteo a ver a Anna.
-      Gracias Mía – dijo Marianne –
-      Además quería decirte que me gusto mucho el trabajo que hicieron, como le dije ayer a Anna – dijo Mía – mañana les daré su próximo trabajo.
-      Gracias – dijo Marianne apenada –
El domingo, tenían la tarde libre, así que Anna y Marianne decidieron ir a su apartamento a cambiarse de ropa, mientras que  Heather se adelantaba para ir a esperar a Rowena, para ir a comer todas juntas. Cuando llegaron al apartamento, el teléfono sonó y Anna contestó.
-      Anna Bennet – dijo –
-      Me encanta cuando haces eso – dijo una voz masculina –
-      ¿Qué? – dijo ella sonriendo –
-      Cuando hablas… tu voz es hermosa-
-      Robert… – dijo Anna sonrojándose
-      Quiero verte Anna – dijo el - ¿podemos comer hoy? –
Marianne, que se había puesto a oír al lado del teléfono sonrió y comenzó a asentir con la cabeza.
-      ¿Hoy? – dijo ella pensando
-      Anna…solo es una comida – dijo por el otro lado de la línea Robert –
-      Bueno…- dijo ella –
-      ¿Quieres que nos veamos en un lugar o quieres que te pase a buscar? –
-      ¿Qué es más informal? – pensó Anna –
-      Nos vemos en… ¿Dónde? – dijo ella 
-      ¿Hay algo que quieras en especial? – pregunto el
-      ¿Fish and…Chips? – dijo ella lentamente y el rió del otro lado de la línea. Se quedaron de ver en un parque en 1 hora y colgaron.
Marianne gritó, y a Anna, a quién se le contagió la emoción se le unió y comenzaron a saltar.
-      ¡Métete a bañar! – dijo Marianne corriendo a la habitación de Anna – yo te preparare la ropa…y…y…¡te maquillare! Y… -
-      No quiero fotos – dijo Anna desde la regadera, y luego prendió la llave.
-      Oh, Annie…por favor – dijo Marianne – ¡hazme feliz! –
Después de un rato, Anna se ponía unos aretes.
-      ¡Annie! – dijo Marianne desde detrás de ella y Anna volteó sonriendo, cuando sintió un flash
-      ¿Qué hiciste Marianne? – dijo cambiando la expresión –
-      Oh, estoy segura de que saliste adorable, - dijo sonriendo Marianne – además, no se la enseñare a nadie…- dijo sonriendo – es un recuerdo para ti y para mi – y la rodeo con un brazo – la pondré en el álbum, y cuando seamos viejitas, nos pondremos a verlo en el pórtico…y…-
-      ¿Y Paul llegara con té? – dijo Anna recordando lo que siempre decían en la preparatoria –
-      No, Robert llegará con té – dijo Marianne – y Fluffy, se sentará en mis piernas –
-      ¿Fluffy? – dijo Anna extrañada
-      Si, mi gato de solterona…¡Auch! Anna eso dolió…- dijo Marianne, ya que Anna la había golpeado con lo último.
-      Cuando pienses en comprar un gato para compañía, y ponerle Fluffy, - dijo ella sonriendo – recuerda ese dolor. - tomó su bolso – Marie, debo irme, cambiate y alcanza a las chicas. –
-      Bien – dijo Marianne y Anna salió por la puerta.
 Anna salió y tomó un taxi, el parque estaba cerca, pero ya había perdido demasiado tiempo arreglándose. Llegó a la hora exacta al St. James Park, los árboles, comenzaban a teñirse de un amarillo, pero solo en algunas hojas, las demás seguían verdes. Lo que era signo que pronto sería otoño, y acabaría el verano. Siguió caminando y llegó al lago, donde había algunos niños arrojándoles comida a los patos.
Una corriente de aire le alborotó el cabello, e hizo que su falda ondeara. Ella bajo las manos para impedir que se le levantara más.
-      Eso sería una linda fotografía. – dijo una voz masculina que llegaba al lado de ella, ella miró a el chico que hablaba y sonrió.
-      ¿También eres fotógrafo? – pregunto bromeando
-      ¿Que tal…Hola Robert? – dijo el
-      Hola Robert, - dijo Anna - ¿También eres fotógrafo? –
-      A mi también me da gusto verte Anna – dijo sonriendo – y, no no soy fotógrafo. -
-      Vaya….- dijo ella sonriendo 
-      ¿Tienes hambre? – dijo él para evitar un silencio incomodo.
-      Si – dijo Anna sonriendo –
-      Bien, sígueme – dijo el y comenzaron a caminar – dicen que el mejor Fish and Chips de Londres, está cruzando este parque, tuve que investigar rápidamente. – Anna comenzó a reír. – Nunca he comido eso…- dijo el.
-      No lo he probado en 4 años…- dijo Anna pensando.
-      Entonces, será una experiencia – dijo él y siguieron caminando por el parque, mientras Anna la hablaba a Robert de su carrera.
Marianne iba a cambiarse de ropa cuando el teléfono sonó de nuevo.

- Marianne Dashwood – dijo endulzando la voz, y del otro lado de la linea no escuchó nada.

- ¿Diga? – dijo y del otro lado de la línea, Paul no se atrevía a responder, George, John y Richard, todos pegados al teléfono lo miraban enojados y le decían sin hablar que dijera algo.
         
- ¿Paul? – dijo Marianne débilmente y aferró el teléfono, pero no escuchaba nada – di algo…- dijo triste y en ese momento Richard le arrebató el teléfono – Paul…me estoy hartando de esto, voy a colgar y…-

- ¿Marianne me oyes? – dijo Richard fingiendo haber estado todo el tiempo intentando, en vano que ella lo escuchara.

- ¿Ringo? – dijo Marianne sonrojándose – hola…lo siento –

- No te preocupes Marie… - dijo el - ¿cómo estas? –

- Yo … bien Ringo, ¿y tu? –

- Bien… -

- Me alegro, - dijo ella – pero creo que llamas por otra cosa, ¿no? –

- Bueno, si Marianne – dijo el – verás, necesito tu ayuda…-

Anna mordía su pescado y un pedazo más grande del que ella esperaba salió desprendido, así que intentó metérselo todo a la boca rápido para    que Robert no se diera cuenta, quien lo hizo y comenzó a reír al ver el sonrojo de ella.
-      No te rías  - dijo ella – al menos yo no manche de salsa mi chaqueta –
-      ¿Qué? – dijo al ver su camisa – rayos…- dijo buscándola - …espera no hay ninguna mancha –
-      Caíste – dijo Anna sonriendo y comiendo su última papa.
-      ¿Quieres mis patatas Anna? – dijo Robert
-      No, gracias – dijo ella educadamente
-      Oh, vamos … se que las quieres – dijo el – además, a mi no me gustan tanto –
-      ¿No? – dijo sonriendo ella –
-      No…- dijo el, que tomó la bolsa donde estaban y las puso junto el pescado de Anna.
Estaban sentados en el parque, de nuevo. Ya que “El mejor lugar donde venden Fish and Chips” era un puesto muy pequeño, que ni siquiera tenía sillas.
Anna tomó feliz una patata, y sonrió mientras la comía. – No hay nada mejor que esto – dijo cerrando los ojos.
-      ¿Qué? – dijo Robert
-      Ya sabes, el lago, los patos, los arboles, las patatas, platicar contigo… – dijo sonriendo Anna, y lo último lo dijo muy bajito.
-      Eres increíble Anna…- dijo Robert sonriendo –
-      Bueno… ¿Sabes que lo haría aún mejor? – dijo ella –
-      ¿Qué? – dijo el levantando la ceja
-      Un helado…un helado de fresa –
Después de terminar la comida, se levantaron y comenzaron a caminar. Encontraron una heladería en la calle donde, compraron helados, y decidieron caminar por Londres.
-      Mi turno…- dijo Anna - ¿Qué preferirías? ¿Dormir en una cama de clavos o lamer mermelada del suelo? –
-      ¿Cuántas horas tendría que dormir en la cama de clavos? – dijo el
-      5…- dijo Anna –
-      ¿Y estaría acompañado? – Anna rodó los ojos,
-      Contesta Bob…-
-      La mermelada – dijo sonriendo.- Tu turno ¿Besarías a un mono o…bailarías conmigo en medio de la acera? –
-      Bailaría, por supuesto – dijo ella –
-      ¿Quieres? – dijo el –
-      Oh, vamos Robert – dijo ella, - estamos en la calle que está enfrente a la torre de Londres…esto está lleno de turistas y…-
-      ¿Y…?- dijo el –
-      No se…-
-      No pareces del tipo de chica que le importe lo que piensen, ¿o si? –
-      No…-
-      ¿Entonces? – dijo el alzando las cejas
-      Entonces quiero algo a cambio…-
-      Bien – dijo el sonriendo
-      ¿No preguntaras qué? –
-      No – dijo él y la tomó de la mano –
-      Bien – dijo el y puso su mano en la cintura de ella, mientras ella la ponía en su hombro. –
-      Bien – dijo ella cuando ya estaban girando – mi helado se derrite…-
-      Disfruta el baile, ¿Quieres? – dijo el
-      Pero si no hay...- comenzó Anna, pero al instante oyó un violín y sonrió. Un violinista que tocaba en la calle se había parado a tocar para ellos.
-      ¿Lo ves Anna? No todo tiene que ser planeado a la perfeccion…- dijo el sonriendo
-      Pero … Bob –
-      ¿Qué? – dijo el mientras le daba una vuelta a ella
-      Te manchaste de helado…-
-      Anna, no caeré de nuevo –
-      ¡Es en serio! – dijo ella
-      Oh vamos – dijo el
-      Bien, yo no iré por ahí con una mancha rosa –
-      ¿Dónde? – dijo el
-      En tu manga – dijo ella
-      ¿La derecha? – dijo el
-      Si…- dijo Anna y en ese momento Robert soltó su mano, y talló su manga contra el suéter de Anna –
-      Ahora si – dijo él, y Anna se quedó viendo atónita su suéter, habían parado de bailar y el violinista los miraba curioso. – combina con el morado – dijo el, y Anna rompió a reír. Tomó lo que quedaba de helado y se lo embarró en la nariz. Robert suspiró, sacó un billete de 50 libras, y lo puso en el estuche del violín.
-      ¿Quieres un poco? – dijo acercándose a Anna –
-      ¡No! – dijo ella y comenzó a correr mientras Robert la perseguía. Después de un par de calles, él la tomó de la cintura y la giró. Se acercó a su rostro mientras Anna se intentaba hacer para atrás. Riendo. Al final, Robert acorraló a Anna, y acercó sus labios a los de ella, besándola y llenándola de helado también. Escucharon un grito de una chica que venía de lo alto de la torre de Londres, y se separaron un poco, llenos de helado en la cara, y comenzaron a reír.
Heather miraba el reloj de el restaurante impaciente, y Rowena hacía ruido con las uñas en la mesa cuando Marianne entró por la puerta.
-      Lo siento ,  lo siento – dijo ella –
-      Marianne….- dijo Rowena levantándose – a qué hora llegas…
-      Si no te quisiera tanto…- dijo Heather tomando su bolso y comenzando a caminar – no sé qué haría…-
-      Dije que lo siento, pero tengo mis razones – dijo señalando a un auto negro que estaba fuera del restaurante.
-      ¿Marianne? – dijo confundida Rowena –
-      Entren – dijo sonriendo Marianne, subiendo al asiento del copiloto. Heather y Rowena, entraron al auto y ahogaron un grito. Bueno, Heather no lo hizo, Heather gritó.
George Harrison y Richard Starkey sonreían en el asiento de atrás del amplio carro. Después de los saludos, los chicos presentaron a Mall, que estaba al volante.
-      Las llevaremos a conocer Londres – dijo George sonriendo
-      Bueno chicos, - dijo Marianne abriendo la puerta del copiloto – caminare a casa, no regresen muy tarde…confío en ustedes – dijo mirándolos a todos.
-      Pero….¿No vendrás? – preguntó Heather decepcionada –
-      No…- dijo Marianne sonriendo – no quiero ser mal quinteto, - y Ringo y Heather se sonrojaron. – Además, tengo un par de cosas pendientes…-
-      Oh, bueno – dijo Richard – te extrañaremos –
-      Ni siquiera notaran que no estoy ahí – dijo Marianne y rio. – No muy tarde – repitió cuando salió. - ¡Y cuídense! – dijo mientras cerraba la puerta.
Comenzó a caminar rumbo a su departamento.  Mientras dos chicos desconcertados la observaban en otro carro.
-      ¿A dónde va? – dijo Paul
-      ¿Y la chica de morado donde esta? – dijo John
-      ¿No vienen? – dijo Paul mirándolo, y vieron el auto de George y Richard alejarse. Ambos suspiraron resignados.
-      Aún podemos ir por esa copa Paul…- dijo John mirando el auto, ya a lo lejos.
-      Vamos, entonces….- dijo Paul dirigiéndose hacia una calle a la derecha.

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(Anna entra con una maleta en la mano)
Anna: ¿Marie? ¿Dónde estas?
(Entra John con una maleta igual)
John: ¿A donde vamos querida?
Anna: Vamos me sono a manada...
John: Vamos chica de morado....
(Entra Bob y el público comienza a gritar, y un cartel de "Una oportunidad para Bobby se levanta entre la multitud)
Lectora 1: ¡Bob te amo!
(Bob guiña el ojo a las lectoras)
Bob: La chica de morado va conmigo
(John mira a Bob de arriba abajo y sonrie)
John: ¿Y tu maleta? No veo ninguna...
(Bob le quita la maleta a John y sonrie)
Bob: Ahora si.
(John patalea en el piso, Bob le saca la lengua y entra Marianne con una caja en las manos)
 Marianne: ♫ Say, say, say, what you wan't...♪ (Se gira y mira a los 3, donde John había aprovechado a distracción para quitarle la maleta de nuevo a Bob y se sentó sobre ella) Oh, ahi estan....¿Vieron a Paul?
John, Bob y Anna: ¡¿WT...?!
Marianne: Ya saben, alto...cabello negro, ojos bonitos...bajista...Paul...
Anna: ¿Que llevas ahi?
(Marianne deja la caja en el suelo, y saca un recipiente con crema para afeitar y una brocha para aplicarlo)
Anna: Marianne....no estaras pensando.....
Marianne: Oh...si (Sonrie, y mientras ellas hablan John empuja a Bob, y Bob se la regresa)
Publico (exaltado): ¡Pelea, pelea, pelea!
(Entra Paul con una bata, y el cabello mojado y hacia atrás, Marianne se esconde tras la maleta de Anna)
Paul: ¿Alguien vió mi crema de afeitar...?
(To be continued.....)
XD....gracias por leer...y por comentar!! n.n