sábado, 30 de abril de 2011

Cap. 12 (Who Are You)


No tenían ganas de asistir al restaurante ese día. Empezando porque no tenían idea de quién era Brian Epstein, tampoco querían encontrarse con los Beatles, y mucho menos, comer la comida del hotel, que les había parecido algo insípida.
La cita que era a las 7, y aunque ellas acostumbraban a llegar temprano a todas sus reuniones, por una cosa, llamada pereza, llegaron casi a las 8. 
Anna iba vestida de blanco con morado, y Marianne de azul con gris.



- ¡Chica de morado! ¡Aquí!- grito Lennon, mientras hacía señas con sus manos.
- “¡Perfecto! Ahora me encuentro con Lennon.- pensó Anna, mientras caminaban a la mesa donde estaban los cinco sentados.
- Ahm… ¿Quién es Brian Epstein?- pregunto Marianne mientras se sentaba al lado de Brian.
- Yo, mucho gusto.- dijo él mientras sonreía.
- El gusto es nuestro.- respondió Anna, que se había sentado al lado de George.
- Bueno… las cite a esta reunión…- John tosió y miro a Anna.
- Que lindo vestido blanco Bennet… primera vez que te veo sin morado.-
- Pues… fíjate en mis zapatos y mi broche en el cabello Lennon.- Brian suspiro y se acomodo. Sabía que cuando Lennon o cualquiera de ellos interrumpía, era mejor dejarlos terminar.
- Y tu Marianne… azul.- dijo McCartney, mientras miraba su polera.
- Si, el resto de ropa esta sucia y bueno…- Anna la miro, sonrió y Marianne entendió el mensaje. – ¿Bueno, para que nos citaron?-
- Ah sí… Yo el Beatle más genial, John Lennon… se le ocurrió decirle al cerdo que tenemos como manager…- señalando a Epstein. – Que sería genial que ustedes nos entrevistaran para Vogue. Total, somos famosos, estamos de moda, y es una revista de modas.- concluyo John, ganándose las miradas de odio por parte de Paul y de Brian.
Las dos chicas se miraron, y recordaron la nota que les había dejado su jefe unas horas atrás.
- ¿Y cuando seria eso?- pregunto Marianne algo emocionada, ya que esa entrevista, por fastidiosa que fuera, significaba trabajo.
- En tres días.- respondió Brian.
- Pero si quieren… yo digo que ya.- agrego Richard y George asintió.
- No, en tres días. El jefe de ellas dijo que estaban en vaca… bueno, en tres días, no tengo que explicarles todo a ustedes.- los cuatro chicos sonrieron y asintieron.
- Entonces, Brian amor, nos retiramos… queremos preparar nuestra entrevista y…- antes de terminar su discurso, George y Richard se levantaron.
- ¡Me pido a Anna!- grito George, la tomo de la mano y salió con ella del comedor.
Antes de que McCartney pudiera reaccionar, Richard y Marianne ya estaban saliendo del comedor también.
- Este enano… y el idiota de Harold…- Brian se levanto con una sonrisa en su rostro.
- Ja… ja.- dijo y camino a la salida del comedor.
- ¿Y qué hacemos ahora?- pregunto Paul, que seguía mirando a la salida.
- ¿Por qué… se te ocurrió eso?- pregunto John, sentándose al lado de Paul.
- Porque los medios empezarían a inventar cosas de ellas… y no tienen la culpa de encontrarse con nosotros.-
- ¿Lo haces por Marianne?-
- Por las dos.- respondió Paul y sonrió levemente. – Son mis amigas desde hace mucho… y quiero protegerlas.-
- Pero más a Marianne…- dijo Lennon y suspiro. – No es mala idea Paul…-
- Eso lo sé. Lo pensé yo… ¿te imaginas si lo hubieras pensado tu? Tendrías que casarte con Anna o Marianne y…-
- Me casaría con Anna.- Paul lo miro y empezó a reír.
- Claro, John… y luego yo con Marianne y regresamos a Liverpool y seriamos dos familias ejemplares.-
- ¡Sí!... ¿no sería genial?-
- Eh… no. Hay que buscar a esos cuatro.- dijo Paul, mientras se levantaba de su puesto.
- Celoso… yo no buscare a Anna, sé que no hará nada con el pequeño Georgie… y si él intenta algo, diré que todo fue un accidente.- Lennon se levanto igual de su puesto y camino hasta el lobby, para coquetear con la recepcionista de turno.
- ¿Celoso?- pensó Paul y luego sonrió. – Solo cuido a mi mejor amiga.-
Richard y Marianne, que habían salido del hotel, estaban en la cafetería cuatro calles arriba.
- Y estamos aquí porque…-
- Porque Anna dijo que si podía, te separara de Paul.- respondió Richard, mientras miraba el menú. – ¿Pedirás algo?-
- Yo invito…- sonrió Marianne y tomo otro menú. – Asi que Anna…-
- Si, y no puedo decir más.-
- ¿Por que se fue con George?-
- Porque no quiere estar con Lennon, y según entendí, ellos son amigos desde hace mucho y compartían correspondencia y…- Marianne miro a Richard algo confundida. – Y no sabias eso.-
- No…- una camarera llego para tomar la orden. – Un té frio, un helado de vainilla y un brownie ¿Y tú?-
- Lo mismo, pero el helado que sea de caramelo.- La camarera sonrió y volvió a la cocina.
- Entonces, Anna me oculto eso.-
- Supongo, yo en peleas ajenas no me meto.- Marianne suspiro y miro por la ventana de la cafetería.
Anna y George, caminaron en silencio hasta un pequeño parque a cinco minutos del hotel.
- Gracias Georgie…- George sonrió al escucharla.
- Por nada Annie, sabes que siempre te ayudare en lo que necesites.-
Los dos se sentaron en una banca, que daba vista al mar. Y aunque era de noche, la luz del alumbrado se reflejaba en la marea que llegaba a la playa.
- Harrison… ¿por qué dejaste de escribirme?- pregunto Anna sonriendo levemente.
- Porque llegamos a Francia y tuvimos una agenda ocupada.- respondió George, mientras la abrazaba.
- Y Stu… ¿Por qué se quedo en Hamburgo?-
- Se enamoro de una chica que conocimos allá.-
- Ya veo… Supongo que fue feliz con ella.- Anna sonrió levemente y luego miro a George a los ojos. – ¿Y tú no encontraste a nadie?-
- Aventuras no más. Nada serio… ¿Y tú?-
- Desde Peter… nada serio.- George sonrió con la respuesta de Anna y suspiro.
- ¿Tu lo querías?- pregunto algo curioso, provocando que Anna se riera.
- Si, lo quería. Era un chico genial… en la universidad llegue a extrañarlo una vez que me escribió.-
- Si, el igual te extrañaba y bueno… desde que Ringo entro, no volvimos a saber de él.-
Anna y George suspiraron al tiempo, y ella recargo su cabeza en el hombro de Harrison, mientras los dos miraban al mar.
Paul, en su habitación, esperaba la llamada de la recepcionista avisándole que ya había entrado Marianne.
Dos horas después, la recepcionista aviso en la habitación Lennon y en la McCartney, que los cuatro habían regresado, y que había escuchado que las chicas iban a su habitación.
John agradeció a la recepcionista con palabras románticas, y salió de su habitación hacia la de Anna. Paul, pidió que lo comunicaran con la habitación de Marianne.
Al escuchar que alguien llamaba a la puerta, Anna se levanto de su cama y abrió.
- ¿John?- pregunto al verlo sonriendo.
- Linda pijama… chica de morado.- dijo él mientras entraba a la habitación.
- Si gracias, ¿puedes irte?-
- No es morada, chica de morado. Es azul.-
- La chica de morado siempre lleva morado Lennon. Siempre.- respondió Anna mientras sostenía la puerta abierta.
- ¿Ah sí?... esto se pone interesante, Anna.-
- ¿Anna?-  pregunto confundida, pocas veces, o casi nunca John le había dicho asi.
- Si, ¿luego no te llamas asi?- John miraba la habitación, camino hasta el armario, lo abrió y sonrió al ver la cantidad de ropa de color morado que había.
- Aléjate de ese armario Lennon. Y si, me llamo asi. ¿Ya te vas?-
John camino hasta la puerta y abrazo a Anna, alejándola un poco de la puerta para cerrarla.
- No, no me voy.- respondió en voz baja, provocando que ella se sonrojara.
- Yo opino que si… hasta dentro de tres días.- dijo Anna, acercándose nuevamente a la puerta.
John sonrió levemente y la tomo del brazo, halándola suavemente hacia él. Quedaron de frente y Anna volvió a sonrojarse.
- Hace años… quiero hacer esto.- susurro John y Anna desvió la mirada.
- ¿De qué hablas?- pregunto algo nerviosa, provocando que Lennon sonriera de forma traviesa.
- Anna… mírame.- una de las manos que rodeaban la cintura de Anna, subió hacia su rostro y empezó a acariciarlo.
Anna regreso su vista a John y suspiro. John humedeció sus labios y dejando de sonreír, acerco su rostro al de ella. Anna cerró los ojos, y sintió los labios de John que tocaban los de ella.
- No John…- pensó antes de que John la besara. Al principio no correspondía, provocando que Lennon sonriera, pero algo la impulso a besarlo. Mientras lo hacia sonrió, una serie de recuerdos volvieron a ella, sobre todo el día que lo conoció, para ella, el mejor y a la vez el peor día de su vida.
Flashback
Anna caminaba llevando sus libros hasta la casa de Marianne. Todos los días, a esa hora escuchaba a alguien que intentaba tocar guitarra en Strawberry Fields.
Ese día, había peleado con sus padres y no se sentía nada bien, y algo la impulso a entrar al viejo orfanato. Había escuchado a Marianne decir que era un excelente lugar para relajarse.
Camino unos cuantos pasos lejos de la entrada, y bajo un árbol, estaba un chico con lentes y una guitarra, tratando de tocar algunos acordes.
- Mamá lo hacía ver tan fácil…- pensó el chico en voz baja, mientras dejaba la guitarra a un lado.
Anna lo miro y tratando de hacer silencio, iba a regresar a la entrada, pero piso una rama, y ese sonido llamo la atención del chico.
- ¿Quién eres?- pregunto mientras se levantaba de su lugar. – Linda falda… y es morada.-
Anna se sonrojo e iba a seguir caminando, pero el chico camino más rápido y quedo frente a ella.
- Ahh estudias en el instituto de señoritas…- dijo al ver los libros que Anna llevaba en sus manos. - Soy John, ¿y tú?-
- Anna… perdón, tengo que regresar a mi…- al recordar la pelea con su madre, sollozo y sonrió. Odiaba llorar.
- ¿Estabas llorando?- Anna asintió e intento pasar por un lado, pero John la abrazo.
- Una chica tan linda no tiene porque llorar…- le dijo al oído, provocando que Anna se sonrojara.
- ¿Y siempre eres tierno con las chicas desconocidas?- pregunto Anna, haciendo que John empezara a reír.
- No, no lo soy. Pero algo me dijo que lo fuera contigo…-
- Tengo que irme, mi amiga me está esperando. Mucho gusto… John.- Anna logro evitarlo y salió corriendo de Strawberry Fields. Cuando llego a la puerta sonrió al escuchar de nuevo los torpes acordes de la guitarra.
Fin del Flashback.
- John… no.- dijo Anna al sentir las manos acariciar su espalda por debajo de la pijama.
- ¿Pero porque no?- pregunto Lennon, bajando a su cuello para besarlo. – Sabemos que tu ya…-
- No es por eso. Y que te importa. No quiero, no asi.- respondió Anna, alejándose de John. – Necesito descansar, mañana saldré con Marianne.- Camino hasta la puerta y la abrió.
John sonrió y suspiro resignado.
- Esta bien chica de morado… nos vemos mañana antes de que salgas… que sueñes bonito.- John salió de la habitación y Anna cerró la puerta. Los dos se recargaron a esta y sonrieron, mientras pensaban en lo mismo. El día que se conocieron. Habían cambiado mucho desde ese día.
En la habitación de Marianne, esperaba que alguien hablara al otro lado de la línea.
- Por Dios McCartney, se que eres tu… Habla o corto.-
- No espera… ¿Estas saliendo con Richard?-
- Paul… dime ¿Eres o te haces?- pregunto Marianne mientras se recostaba en la cama, con el teléfono al lado.
- ¿Qué?-
- Nada, y no, no estoy saliendo con Richard. No soy una… de esas. Que descanses…-
- Espera Marie… ¿Podemos vernos mañana?-
- No lo creo Paul, saldré con Anna todo el día.-
- Pero John esta con ella… no dije nada, ¡adiós!- Paul corto la llamada y Marianne marco a la habitación de Anna.
- ¿Hoy no me dejaran dormir?- respondió Anna molesta.
- No estás con John?- pregunto Marianne y Anna sonrió.
- No, que tengas una linda noche.- corto Anna y Marianne sonrió.
-----------------------------
(Entra Anna algo agitada e impaciente)
Marianne: Pasa algo?
Anna: Morire de tantas sorpresas
Marianne: Deja de ver películas entonces
Anna: Nunca!... además, que culpa si me las recomiendan
Marianne: Si... claro... Hola señoritas, en el capitulo de hoy
Paul: Aquí estas Marie... ¿Dejaras de huir?
Marianne: Nunca! (sale corriendo)
Paul: Anna, estas bien?
Anna: ... Joker... Alex... Fred...
Paul: (Se aleja disimuladamente de ella) Esta loca... Marie!!
Anna: Alex... Joker... Batman... Iron Man... waaaaaaaaaa!!! (Sale corriendo mientras grita)
John: Hola?... llegue tarde... Alguien ahí?

miércoles, 27 de abril de 2011

Cap. 11 (I Looked Away)



Anna y Marianne estaban sentadas en la mesa de un restaurante italiano. El mesero aún no llegaba y Marianne tomó un pan de la canasta y comenzó a jugar con el después de haberle arrancado un pedazo. Estaba muy extraña y Anna lo notaba. Le preocupaba.
-         Marie…- dijo ella y Marianne fijó de nuevo su atención en ella – ¿recuerdas lo que pasó verdad? – Marianne enrojeció - ¿Tomaste algo además de alcohol? –
-         ¿Cómo drogas? – dijo ella - ¡Por Dios! ¿Por qué los dos preguntaron eso? –
-         ¿Paul lo pregunto? – dijo extrañada Anna – Marie…¿tu se lo propusiste? –
-         ¡Anna…! – dijo Marianne - ¿Cómo puedes creer eso? Me dijo que fuéramos a jugar cartas…a la habitación –
-         ¿Y tú caíste? –
-         Anna…estábamos jugando cartas… - dijo Marianne y una lágrima se le resbalo - …dijo que me extrañaba demasiado y…bueno – dijo secándosela, y sonrió – ya sabes –
Pero a Anna no le acababa de encajar algo. El mesero les tomó las ordenes y se fue.
-         ¿Y en la mañana Marie…? – Suspiró y preguntó de nuevo - ¿Qué pasó en la mañana? –
El rostro de Marianne se ensombreció.
-         Pues…Annie – dijo Marianne y decidió mentirle - …decidí escabullirme de ahí –
-         ¿Y el que hizo? –
-         Estaba dormido –
-         Marianne, te conozco….se cuando estas mintiendo –
-         Pues el…- dijo Marianne conteniendo unas lagrimas, y Anna la abrazó, no necesito preguntarle más -
Los Beatles estaban en el comedor, llegaron los cuatro al mismo tiempo, y fueron a escoger su comida al bufete, Paul miró la lasaña, la favorita de Marianne y la recordó. No había podido encontrarla. Se sentaron en una mesa vacía.
-         ¿Y? ¡Gran noche ayer! ¿No muchachos? – dijo feliz Lennon –
-         Si – rió Richard,  - esa chica con la que me fui ayer… -
-         ¿Se fueron? – preguntó George –
-         ¡Si! – dijo Lennon – Ringo y yo tuvimos suerte ayer así que dejamos a mi Paulie y a Marianne en el… - dijo y de pronto todos miraron a Paul –
-         ¿Qué? – dijo el metiéndose pan a la boca, pero los otros tres lo seguían mirando, así que trago y tomó agua – nos corrieron del bar –
Los otros tres rieron.
-         Embriagaste a Dashwood…- dijo Lennon sonriendo y mordió su hamburguesa – Bennet te matará – dijo y todos rieron, menos Paul.
-         ¿Y tu George? – dijo mirándolo Richard - ¿Cómo te fue? – Lennon oprimió su hamburguesa, con tanta fuerza, que comenzaron a salírsele los ingredientes –
-         Solo somos amigos Ringo… - dijo sonriendo resignado George, y John soltó en su plato su hamburguesa con una cara de felicidad, que para suerte de el, nadie noto. Pero si notaron su mano embarrada de la catsup que se le había salido
-         ¿Qué no sabes comer? – rió Paul mirando sus manos –
-         ¿Se te antojó McCartney?  - dijo John intentando embarrar catsup en la cara de Paul –
-         ¡Lennon! – dijo la voz de Brian Epstein a espaldas de el, y John casi se cae de la silla.
Brian, dramáticamente puso un periódico delante de cada Beatle. El encabezado: “¿Las nuevas chicas de los Beatles?", Paul tomó nervioso el periódico y más abajo leyó: "Todo sobre Anna Bennet y George Harrison" "¿Marianne Dashwood y Paul McCartney?".

-         ¿Quiénes son Dashwood y Bennet? – pregunto Brian furioso, Ringo y John se levantaron disimuladamente y salieron corriendo del comedor. Más tarde Neil llegó con ellos junto con Mal.
-         Eres un cerdo y un traidor – dijo John, y se sentó nuevamente, al mismo tiempo que Richard.
-         Marianne es…una amiga de la infancia Brian – dijo Paul –
-         Y la chica de morado también – dijo John, y George lo golpeó –
-         ¡Duele! – dijo Lennon y le regreso el golpe –
-         John… ¿Quién es la chica de morado? –
-         Bennet…¡ahahahá!- dijo John, mire dijo metiendo mano en la bolsa del pantalón de Paul –
-         ¿Lennon que demo…? –
-         Shh…no te pongas celoso amorcito – dijo Lennon mostrándole la cartera de Paul – solo quería esto – y, sacó una foto que estaba doblada en 4 detrás de todas las tarjetas de números telefónicos.
-         Lennon… ¿revisaste mi cartera? –
-         Si amor – quería ver si me engañabas y le pasó la foto a Brian.
 Una chica sonriente con una trenza que abrazaba a Paul…se les veían unos 13 años. - Esa es Dashwood – dijo y de nuevo se puso a buscar en la cartera de Paul - ¡Aja! ¡Victoria! – dijo desdoblando otra foto. La misma chica de la foto anterior estaba sentada junto a Paul en un porche, pero junto a ella había otra chica sonriendo tímidamente, a todos se les veía de 17 – esa es la chica de morado – dijo pasándole la foto a Brian que las comparaba con el periódico.
A unos cientos de kilómetros, Heather entraba corriendo a su departamento de New York sin aliento.
-¿Regresaste tan pronto? – Dijo Rowena desde la cocina - ¿Conseguiste la albaca? –
- Rowe esto es más importante que la albaca – dijo Heather –
- Sin albaca, no puedo hacer tu pasta – dijo Rowena mientras cortaba rápidamente y perfectamente un apio para la ensalada. Heather, puso dramáticamente el periódico sobre el apio
- ¡Nadie toca mi cocina cuando estoy cocinando! – dijo en voz alta Rowena - ¿Cuántas veces tengo que…? – comenzó, pero mirando el periódico, no termino la frase –
Heather había corrido a la habitación y Rowena la siguió. Heather sacó una enorme maleta de arriba del closet y la puso en la cama.
-         Heather…- dijo Rowena – no podemos ir.
-         ¡No me importa! – dijo Heather tomando los ganchos de ropa y aventándolos a la maleta, y Rowena tomaba la ropa, y la volvía a colgar.
-         ¡Rowe! – deja de ser tan sensata dijo sentándose en la cama - ¡Yo quiero conocer a George Harrison! – y antes de que Rowena dijera algo, Heather concluyó - ¡Y no! La paciencia no es una virtud… -
Rowena le pasó el teléfono y Heather comenzó a marcar los números del hotel donde Anna y Marianne se alojaban.
En la tarde, Anna y Marianne llegaban al lobby con bolsas llenas de cosas.
-         Nada cura la tristeza como ir de compras y a comer helado – dijo sonriendo Anna cuando caminaban, ambas con sonrisas y lentes de sol.
-         Además, Heather y Rowe amaran lo que les llevamos – dijo Marianne, ambas se acercaron a la recepción, para ver si tenían mensajes.
-         ¿No tengo mensajes? – le dijo Anna sonriendo a la recepcionista –
-         ¿Habitación? – le dijo ella
-         2099 – dijo Anna –
-         Usted tiene…- dijo la señorita revisando - …6 mensajes –
-         ¿Seis? – dijo Marianne muy sorprendida y levantándose los lentes – y la señorita le dio a Anna 6 tarjetas.
-         Gracias, - dijo ella alejándose, y se fueron a sentar al mismo sillón de la mañana, dejando sus compras en el piso
Marianne se puso pegada a Anna para poder leer al mismo tiempo que ella.
Querida chica de morado: ¡Encontré tu habitación!, ¡Victoria! ¿No es genial ser John Lennon y tener contactos?
Bien, tenemos una situación Bennet…y necesitamos hablar pronto…este mensaje me dio hambre…¡adiós chica de morado!
-         ¡UHH…asuntos….pendientes…! – Dijo Marianne en son de burla - ¡Lennon y Anna sentados en un árbol…- comenzó a cantar, pero no terminó ya que Anna le había dado un codazo – uy…perdón… -
Anna sonrió. A Marianne estar cerca de Paul la había cambiado de nuevo, podía ver detrás de esas bromas, que hace mucho no hacía, su sonrisa traviesa que había perdido y la caracterizaba.
-         Has rejuvenecido 15 años…- dijo Anna sonriendo y pasando la tarjeta.
-         ¿Qué ahora soy de 8? – dijo Marianne –
-         Habías envejecido 20 –
-         ¡Oye! – dijo Marianne y le pico las costillas a Anna, quien se hizo a un lado, y miró la siguiente tarjeta – pero no te vayas… ¡quiero leer! – dijo pegándose a ella de nuevo.
¡ANNA! ¡MARIANNE! ESTAN CON LOS BEATLES!! LOS BEATLES!! Si no nos fueran a despedir, ¡Iríamos allá ahora mismo! Bueno….Rowena tuvo que deshacer mi maleta recordándome eso…
Tienen que llamarnos…¡ya! ¡George Harrison Annie! ¡George Harrison!
Heather y Rowena.
-         ¿Pero como...? – dijo Anna pasando la tarjeta, la siguiente era de su  jefe.
Miss Bennet, y Miss Dashwood
Tenemos que hablar urgentemente, comuníquense a la brevedad.
Marianne y Anna se miraron preocupadas, y pasaron a la siguiente tarjeta.
¡Bennet…Dashwood! ¿Dónde rayos están? ¿Es que se olvidaron de nosotras? ¡La pasan muy bien en Miami…! ¡Llamen ya…! Si no llaman ahora…quemaré su colección de LPs de Elvis Presley.
La tarjeta continuaba un poco más abajo, separando por un espacio en blanco.
No se preocupen, Heather no quemará sus LPs, escondí el encendedor. Las extrañamos chicas…comuníquense pronto.
La siguiente tarjeta, era otra vez de su jefe.
 Miss Bennet, Miss Marianne…el señor Epstein se comunicó conmigo, es una idea muy buena, pero la haremos en 3 días, recuerden que es el periodo de vacaciones de miss Dashwood, y también el suyo Bennet, y si Dashwood no toma sus vacaciones, entonces el gobierno me pondrá una gran multa, y necesita descansar, después hablaremos los detalles.
-         ¿Epstein? – preguntó Anna con mucha sorpresa
-         No se quien es ese…¿Porqué todos los mensajes te los mandaron a ti? – dijo Marianne molesta, ya que estaba mas tranquila – pero si son para las dos…!
-         ¿Porqué será Marianne? – dijo Anna sarcástica – olvidas lo que ibas a hacer cuando entras a una habitación…-
-         Si, eso…- dijo Marianne, y puso una cara pensativa – bueno eso es porque …–
-         ¿que?
-         Olvide lo que iba a decirte –
-         No tienes remedio – dijo Anna y entonces, leyeron la ultima tarjeta.
Miss Bennet y Miss Dashwood.
Las esperamos en el restaurante del hotel a las 7:00, para tratar algunos asuntos.
Brian Epstein.
- Insisto….no se quien es ese… - dijo Marianne

______________________________________________
(Anna y Marianne entran con playeras del Barcelona)
Marianne: ¡Holaaa! Estamos felices!
Anna: SI!!
Marianne: ¡Gano el Barcelona!
Anna: ¡Y estuvo muy bueno el partido!
Marianne y Anna al unisono: ¡Y Messi también!
Marianne: Por eso decidimos  publicar, y porque ayer gano el Manchester
Anna: ¡Gracias por leer!
Marianne: Y comentar
Anna: Y seguirnos
Anna y Marianne: LAS QUEREMOS!!!!