Cap. 5 (English Tea)

A la una, Marianne llegó a la habitación y preparó una ensalada en lo que Anna llegaba.

Anna llegó cuando sólo faltaba aderezar.

- ¡Traje té helado! – dijo Anna cantando mientras entraba por la puerta.

- ¡Sí! – Dijo Marianne feliz – Así no tengo que preparar, y podemos almorzar ya.-

Anna rió mientras ponía unos platos en la mesa.

- Disculpa que llegué más tarde, tuve que ir a la biblioteca.-

- No te preocupes.-

- No creerás a quien me encontré en la biblioteca.- dijo Anna mientras servía el té helado en los vasos.

- ¿A Jack?- dijo Marianne alzando las cejas. Jack era un chico de arquitectura, a  quien le agradaba mucho Anna, y la seguía mucho; lo que a ella le enojaba.

- No.- dijo Anna molestándose – Creo que sirvió cambiar de ruta para ir a los salones.-

- Entonces…- dijo Marianne mientras comenzaban a comer la ensalada, - me doy.- y después giró el tenedor en el plato - ¿A quién?

- A Rowena.-

- ¿Rowena?-

- Rowena Miller…-

- Miller…- repitió Marianne frunciendo el ceño mientras masticaba ensalada e intentaba pensar. - … ¡Rowena! – recordó por fin. - ¿Pero que hace aquí?-

- Un trabajo, necesita libros de aquí – dijo Anna. – Y la invité a la hora del té.-

- ¿Sí?- sonrió Marianne.

- Si…- rió Anna. – Y dijo que si.-

- ¡Prepararé los mejores panques que pueda!- dijo Marianne emocionada y levantándose.-

- Primero come.- dijo Anna feliz al ver su entusiasmo.-

- Bueno.- dijo Marianne sentándose, platicaron acerca de su mañana y, terminaron de almorzar. Marianne comenzó a hacer la masa para sus panquecitos y Anna lavaba los trastes. Después Marianne comenzó con su tarea, y Anna hizo unos sándwiches. A las 4:00, se pusieron a tocar un poco por iniciativa de Anna. A las 5:25, Anna decidió poner el té, y Marianne leía Cumbres Borrascosas.

- Amo a tus padres por enviarnos la caja de té.- dijo Marianne detrás de su libro.

- No hay nada como el té ingles.- dijo Anna mientras ponía las hierbas en la tetera, las cuales desprendieron un agradable aroma.-

La puerta sonó. Anna fue a abrir, y Marianne puso rápidamente su libro en su cama.

Heather estaba afuera, sonriente.

- ¡Qué bien huele!-

- Gracias Heather.- dijo Anna sonriendo. - Por favor pasa.-

- Traje…traje esto.- dijo Heather sonriendo, dándole una caja a Anna.

- ¡Gracias!- Dijo Marianne, - ¿Gustas sentarte Heather?-

Heather se emociono cuando vio la mesa perfectamente puesta. Los padres de Anna también les habían enviado un lindo juego de té. Los panquecitos (o muffins) estaban en un plato, cubierto con una campana de vidrio, al igual que los sándwiches.

- Esperamos a Rowena.- dijo Anna sentándose frente a Heather.

- ¡Rowena! – dijo Heather sonriendo. – Pero… ¿Cómo?-

- La encontré hoy en la biblioteca, investiga para un trabajo.-

- ¡Vaya! Pensé que pasaría mucho tiempo sin volver a verla…- dijo Heather. - ¡Me alegro mucho!-

La puerta volvió a sonar.

- ¡Yo abro!- dijo Marianne y se apresuro a la puerta.

- ¡Marie!-

- ¡Rowena!-

- Pasa por favor…- dijo Marianne tomándola de la mano, y guiándola hacia adentro, Rowena se sentó y Anna servía el té.

- Eso huele delicioso Anna.- dijo Heather - ¿De qué es?-

- De cereza, directo de la vieja Inglaterra…- contestó Anna, las chicas comenzaron a sacar los sándwiches y los muffins.

- Es gracioso como una frase puede quedarse grabada en tu mente.- Eso pensó Anna cuando oyó a Heather decir emocionada:

- Anna… ¡Estos son los mejores sándwiches del mundo!-

Flashback

Paul, George, John, Pete y Stuart salían decepcionados de la casa de los McCartney, Anna y Marianne se dirigían a la casa de los Dashwood cuando los vieron y decidieron ir a saludar y ver qué pasaba.

- Hola Paul.- dijo Marianne acercándose, Paul suspiró.

- Hola Marie…- dijo Paul y volteo a ver a sus compañeros –…él es Pete, el es Stuart, a ellos ya los conoces.- dijo Paul señalando a John y a George. - chicos, ella es Marianne y ella es…-

- La chica de morado.- sonrió Lennon.

- Anna…- dijo Anna.

- Mucho gusto.- dijeron Pete y Stuart. Marianne notó a Paul molesto así que dijo:

- ¿Podemos robárselos un segundo?-

- Claro que puedes.- dijo George, y Anna, Marianne y Paul se alejaron de los demás

- ¿Qué sucede Paul?- dijo Marianne.

- Jim olvidó decirme que iba a usar la casa hoy, e íbamos a ensayar…- Marianne miró por un segundo a Anna suplicante.

Cuando Anna vio la expresión de Marianne, entendió lo que quería y asintió. No le importaba si no tenían la tarde de chicas que habían planeado. Si Marianne hacía lo que ella pensaba que haría, vería a John el resto de la tarde.

- Bueno Paul…- dijo Marianne poniéndose nerviosa de repente, cosa que hizo que Paul sonriera, de lo que se percato Anna, y le molesto – Mis padres no vienen ésta tarde a casa… y… bueno, podría prepararles un poco de té.- Paul ensancho su sonrisa y abrazó con fuerza a Marianne.

- ¡Eres mi salvación Marie!- dijo feliz.

- ¡Ahora bésala Romeo!- gritó Lennon desde la distancia, y las risas de los chicos se hicieron presentes, Paul sin soltar a Marianne gritó como repuesta:

- ¡Casa para ensayar y té!-

- ¡Genial!- grito George.

- ¡Entonces déjame besar a la chica de morado!- gritó Lennon.

Anna se sonrojo y Paul y Marianne se separaron, ellas se adelantaron a casa de los Dashwood, y los chicos fueron por la batería de Pete al auto que les habían prestado, y por los demás instrumentos.

Anna y Marianne se movían rápidamente por la cocina, preparando y sirviendo. La felicidad de Marianne era demasiada. La música de los chicos se escuchaba en la cocina. Cuando terminaron, sirvieron el té y los llamaron. Stuart y Pete se sentaron en la sala, y los otros 3 chicos en una mesa, Pete observaba con una sonrisa como Anna servía el té.

John, Paul y George hablaban animadamente del último álbum que habían escuchado.

- ¿Quieres azúcar?- dijo Marianne ofreciéndole a Stuart, ya que todos los demás tenían.

- Sí, me gusta dulce.-

- Y a mi igual, mi madre dice que me gusta la mermelada de té.- Stuart comenzó a reír.

- Supongo que a mí también… Marianne, ¿verdad?-

- Si.- dijo ella sonriente, y volteó a ver a la mesa, para ver si faltaba algo

- No falta nada, siéntense.- dijo Stuart mirando a Anna que regresaba de la cocina, y ella fue a sentarse con Pete, Stuart y Marianne que estaban en la sala.

Anna y Marianne se sentaron con ellos, y comenzaron a charlar animadamente, el reloj sonó así que Marianne se dirigió corriendo a la cocina a sacar los muffins. Anna fue por los sándwiches y minutos después salieron las 2 con cuatro platos, dejaron dos en la mesa rápidamente, y llevaron los otros dos a la sala con ellas. En cuanto Lennon probó un sándwich grito:

- ¡Chica de morado, este es el mejor sándwich del mundo! – recuperando la atención de Anna que había perdido por quince minutos. Por su parte, Paul tomó un muffin, y lo mordió.

- Marianne.- dijo cerrando los ojos – Si que eres increíble…- Marianne sonrió y fue a la cocina corriendo.

- Olvide que te gustan con mantequilla.- dijo dándole un poco a Paul. - ¿Alguien quiere?...

FIN DE FLASHBACK

Mientras Anna recordaba, las chicas habían seguido platicando.

- ¿De dónde eres Rowe?- Preguntó Heather. - ¿Eres originaria de New York? –

- No, yo soy de Harrisburg, Pensilvania.-

- ¿Eso está muy lejos Rowe?- preguntó Marianne curiosa.

- Marianne…es el estado que está arriba de New York…- dijo Anna enojada – ¡Estudiamos acerca de eso!-

Marianne miro hacia abajo.

- Ah sí… lo confundo con Louisiana…-

Rowena y Heather comenzaron a reír.

- Son muy graciosas chicas.- dijo Heather.

- ¿Y cómo es donde vives?- le dijo Anna a Rowena –

- Es… muy… histórico.- dijo sonriendo – Muchas cosas pasaron allí… como… la declaración de la independencia, pero no quiero darles una clase de historia.- todas rieron – Hay muchos turistas… tal vez podríamos ir algún día. Podría mostrarles muchos lugares.-

- Entonces, ¡también debemos ir a Delaware! – Dijo feliz Heather. – Mi mamá hace una comida exquisita, y en Delaware no pagas impuestos si compras… ¡podremos comprar lo que queramos!- concluyo. - No es muy lejos.-

- ¿Y cómo es tu mamá Heather? – pregunto Rowena.

- Es genial.- dijo Heather – Es mi amiga, y es la novia de Elvis…-

- ¡Pero yo soy la novia de Elvis! – dijo Marianne.

- ¿Y Paulie? – dijo sonriendo Anna, Marianne la miró enojada.

- También es mi novio – rió Heather. – Nos los presta.-

Las cuatro continuaron hablando y riendo hasta que los sándwiches, y los muffins, tuvieron un fin.

- ¿Y no piensan abrir lo que traje?- preguntó Heather, Anna se levantó y llevo la caja a la mesa.

- Lo siento, me olvide por completo.- dijo abriéndola, Marianne y Rowe se asomaron detrás de ella, mientras Heather cruzó los brazos y las observaba satisfecha.

- ¡Chocolates!, ¡chocolates!- dijo feliz Rowe, a quien Marianne se le unió y tomaron tres cada una, Anna las miraba avergonzada.

- Repite después de mi Rowe.- dijo Marianne sosteniendo un chocolate como si fuera a hacer un juramento solemne, Rowe hizo la misma posición que ella y Heather intentaba no reírse – A falta de amor… ¡chocolate! – dijo y se metió el dulce a la boca, después Rowe la imitó y Heather lloraba de la risa, mientras comía otro.

- ¿Tu no comerás Anna? – dijo Rowe mirándola interrogante, Marianne sonrió triunfalmente.

- Si Anna… ¿no quieres uno?- Dijo poniéndolo frente a ella – Es delicioso…- susurró.

- No… - dijo mirando anhelante el chocolate.

- Yo se que quieres… es como el John Lennon de los dulces…- Anna abrió la boca para replicar, y Marianne le dio el chocolate. Verán, Anna tiene un problema con el chocolate, cuando empieza a comer, no puede parar hasta que los chocolates se terminan. Así que Anna, Heather, Rowe y Marianne se terminaron la caja de chocolates.

- Comí….demasiado.- dijo Marianne.

- Esta ha sido la mejor fiesta de té de todos los tiempos…- dijo Heather con los ojos cerrados.

- Tú estás loca Marianne…- dijo Anna masajeándose arriba de las cejas. – Eres mi perdición.-

- Pero así me quieres.- dijo Marianne levantándose y comenzando a recoger las cosas, Rowe y Heather se levantaron al tiempo y comenzaron a ayudar. Anna se levantó, pero fue a buscar algo a sus libros. Ninguna se dio cuenta, sacó un sobre y lo metió en su chaqueta.

- Oye, Rowe… se hace un poco tarde.- dijo Anna – Creo que sería bueno que te acompañe…-

- Mis padres me recogerán en la terminal de Harrisburg…- dijo Rowe – Pero, te lo agradecería mucho Anna…está obscureciendo y bueno…-

Anna sonrió.

- Bien, vamos.-

- Si.- dijo Rowe, y comenzó a despedirse de Marianne y de Heather – Gracias por todo.-

Anna y Rowena salieron de la habitación, y pronto de la universidad. Anna dejó a Rowena en la parada. Pero no tomó el mismo camino de regreso, camino un par de calles más, hasta llegar a un edificio.

Entró y se dirigió a uno de los módulos.

- Disculpe ¿qué estampilla necesito para enviar una carta a Inglaterra?- la señorita que se encontraba detrás del mostrador le sonrió y le dio a escoger una. Anna escogió una de la estatua de la libertad.

- 2 Dólares – dijo la señorita.

- Gracias.- dijo Anna, quien pegó la estampilla en el sobre, con líneas rojas y azules a su alrededor - ¿A dónde me dirijo para enviarla?- la señorita señalo el mostrador principal.

La oficina de correos estaba vacía, y las dos señoritas encargadas de dar y recibir cartas, parloteaban. Pararon cuando vieron a Anna, y ella les dio el sobre. Después se alejó rumbo a Princeton, donde Heather llegaba a su habitación y Marianne se acostaba para dormir.

En cuanto Anna salió, las señoritas del correo miraron con curiosidad el sobre.

- ¿George Harrison?- preguntó la rubia. – ¿Sería su novio?-

- ¡Imagínate!- dijo la castaña – Que romántico… una relación a larga distancia.-

- Si… - dijo  la rubia mientras suspiraba  y hecho el sobre en los envíos urgentes.

- ¿Qué haces? La chica no ha pagado eso.- dijo la trigueña.

- Todo sea por el amor…- dijo. - ¿No viste su expresión? Debe extrañarlo…- la trigueña sonrió y ambas comenzaron a inventar una historia de amor entre Anna Bennet y George Harrison.

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Marianne: ¡De nuevo yo!
Anna: Solo porque es tuyo...
Marianne: Aun así... ¡De nuevo yo!
Anna: ... Pensaran mal de mí... estoy segura...
Marianne: No es tu culpa que le gustes a Ge...
(Anna cubre su boca)
Anna: En el proximo capitulo... ¡creceremos!
(Marianne se despide con ambas manos y Anna la lleva lejos del blog)