Cap. 4 (Good Morning)

Habían pasado tres meses desde que Anna y Marianne habían llegado a la universidad. Eran las 6:25 de la mañana. El despertador estaba a punto de sonar, Anna dormía profundamente, con una sonrisa en los labios; las cobijas de Marianne estaban arrastrando en el suelo, ya que ella se había destapado la mitad del cuerpo, y abrazaba a su almohada. 

Las 6:28, El sol aún no se asomaba en Princeton. Anna abrió sus ojos, y tomó el reloj, cuyo tic tac era el único ruido que se escuchaba en la habitación.

Las 6:29, Anna se sentó lentamente en su cama, y devolvió el reloj a la mesita. Se frotó los ojos, bostezó y estiró los brazos.

Las 6:30. Sonó el despertador.

-mpg….- Marianne buscaba el despertador con su mano; pero, no lo encontraba, Anna comenzó a reír.

- Marie…levántate – dijo ella suavemente –

- Apágalo por favor… - dijo Marianne mientras soltaba la almohada, y la empujaba al suelo – odio ese sonido… - dijo adormilada, y tras unos segundos, se sentó y contemplo sus pies.

- Bien bella durmiente… - dijo Anna sonriendo – anda, levántate, tenemos que  comenzar – se levantó y se dirigió al armario. Marianne la siguió con una sonrisa.

- Buenos días Annie – dijo mientras tomaba los pants, que ella le ofrecía

- Buenos días…- respondió ella, y se pusieron los pants en silencio, al igual que unos tenis y después se amarraron el cabello en una cola y salieron. A unos 3 minutos de la habitación de las chicas, había un área verde, que tenía un circuito y en el cual, corrían todas las mañanas, generalmente a la mitad de su recorrido se cansaban, y entonces caminaban el resto del tiempo y platicaban. Hacían esto durante 40 minutos y luego regresaban a su habitación.

Pero este martes no platicaban.

Marianne, por su lado recordaba el sueño que había tenido esa noche.

Estaba en la universidad, el sol brillaba con más intensidad. Las hojas de los árboles parecían una explosión de varios colores: naranja, amarillo, verde, rojos…y las hojas caían. No había ni un alma en ella. Y Marianne simplemente caminaba, buscaba algo en los jardines, aunque no sabía qué. Lo supo en cuanto lo vio. Paul estaba en un claro, intentaba llegar a él, pero el camino parecía nunca disminuir. Hasta que por fin llegó hasta él. El la abrazo.

- Te quiero – le dijo en su oído, y una molesta música comenzó a sonar; primero se llevó las hojas, después los árboles, solo quedaba la brillante luz, y Paul, Marianne sabía lo que pasaría. Todo se desvanecía. Se aferró al abrazó de Paul. Antes de que la imagen de su rostro se borrara completamente, Marianne buscaba el origen del sonido para apagarlo, hasta que escuchó a Annie.

Marianne comenzó a correr a una mayor velocidad, ya que quería borrar esos pensamientos de su mente. Anna sonrió ante esto.

- ¿Alguien quiere una carrera eh? – acelero el paso. Marianne sonrió de una forma extraña. Ambas eran muy competitivas. No usaban aún el mayor límite de sus fuerzas, llegarían hasta una línea que esta unos 200 metros de donde se encontraban. Ambas lo pensaron al mismo tiempo, Anna comenzó a rebasar a Marianne, Marianne observó esto, y entonces aceleró más. Iban a la par, faltaban 100 metros.

Comenzaron a correr con toda su energía, tanta…que cuando vieron a una chica pasar por el camino, para cruzar al otro lado, salieron volando cuando intentaron frenar, y cayó una junto a la otra, riendo.

- Yo caí primero – dijo Marianne, entre risas – te gane –

- Sí, - dijo Anna – eres más torpe – Marianne dejó de reír durante un par de segundos mientras la veía. Anna también dejó de reír.

Se miraron a los ojos, y se soltaron a reír a carcajadas al instante. 

- Ya no puedo….ya no puedo – decía Marianne mientras se secaba una lágrima que le había salido por reír.

- Mi estómago – reía Anna – me duele.

- ¿Anna? ¿Marianne? – Heather las observaba preocupada

- ¡Heather! – dijo Anna levantándose rápidamente y recobrando la compostura

-¿Era a ti a quien íbamos a atropellar? – dijo Marianne desde el suelo

- Si, - respondió Heather sonriendo – buena carrera chicas

- Gracias, - dijo Marianne

-Levántate Marie…- dijo Anna mirando a los lados

- Anna, nadie está aquí a estas horas…- 

- Si te levantas, te cuento un secreto… - dijo Anna sonriendo y bajando la voz

- ¿Un secreto? – Dijo Marianne saltando de el pavimento y parándose al lado de ella – Dime Anna…- dijo bajando la voz y acercándose, Heather sonrió y se acercó también.

- Paul…- comenzó Anna-

- ¿Paul qué?- abrió los ojos Marianne expectante.

- Paul es idiota… - susurró Anna -…y encontré su foto en tu cuaderno, ¿estabas haciendo tarea ayer?-

- Bueno…yo… - dijo Marianne mirando hacia otro lado – ¡Heather!... ¿Qué haces tan temprano por aquí?-

Anna decidió guardar la conversación para más tarde. Heather estaba en pijama, que eran unos pantalones a cuadros azules y rojos, y una camiseta negra, llevaba una sudadera vino de Princeton arriba de eso.

- Bueno, es que iba a desayunar pero…se me acabó la comida, y no había comprado. – Sonrió – iba a comprarla cuando hoy comprara lo que voy a llevar a la hora del té – se podía notar que estaba emocionada por eso.

- Pero…- dijo Marianne – nosotras cocinaremos.-

- Pero quiero llevar algo… - dijo Heather ilusionada – ¡Jamás había ido a una fiesta de té!-

- Bueno Heather, no es… - Marianne iba a corregir a Heather, diciéndole que no era una fiesta de té, pero Anna la golpeó con el codo.

- No es necesario.- completo Anna y suspiró.

- Déjenme llevar algo, ¿sí? – dijo ella

- ¡Vale! - sonrió Marianne - ¿Por qué no vienes a desayunar con nosotras?-

- ¡Ustedes son tan geniales chicas! Mi compañera de cuarto ya etiquetó toda su comida… - dijo mientras caminaban de regreso a la habitación de Anna y Marianne.

- ¿Y siempre corren en las mañanas? – preguntó Heather mientras Anna abría la puerta.

- Bueno…- desde que entramos – dijo Marianne y se quitó la chamarra de los pants – no podíamos dormir hasta tan tarde, así que Anna tuvo la idea de que hiciéramos algo de ejercicio, es genial. Te levantas, ves los árboles, y hueles la hierba, y las plantas…acabo de descubrir que huelen más en la mañana...-

Anna y Heather sonrieron mientras la escuchaban. Comenzaron a sacar las cosas para el desayuno.

- Sientes el aire fresco golpear tu cara, y… ves los colores del cielo que van cambiando durante el amanecer.-

- Y puedes salir volando por los aires… - dijo Marcela – cayendo estruendosamente en el suelo – las tres rieron – deberías escribirlo…-dijo cuando las tres recuperaron su aliento – yo lo hago – Marianne la volteó a ver.

- ¿Escribes?-

- Si.-

- ¿Qué escribes?-

- Lo que pienso, historias…cosas, muchas cosas- dijo generalizando. – Pero lo mío es el diseño…el dibujo.- concluyó, aunque Anna realmente disfrutaba escribir, y tocar en su bajo.

- ¿Y podría…? -

- Alguno de estos días…- respondió sabiendo lo que iba a decir. – Aunque no podrás ver todo.

- Solo lo que quieras mostrarme.- sonrió Marianne

- ¡Wow!- dijo Heather quien había escuchado toda la conversación. - ¿Ustedes son hermanas?-

- No.- dijeron ellas y sonrieron

- Pero….se conocen desde hace mucho, ¿verdad? – dijo mientras las tres se sentaban a la mesa.

- Seis años…- dijo Anna. – Y no me he podido deshacer de ella.

Flashback

Anna estaba en su primer día de escuela de secundaria. Estaba sentada a la sombra de un árbol mientras leía un libro. Suspiró, su madre no sabía absolutamente nada acerca de la vida de una niña.

- Pero… es el primer año de esa escuela…- dijo su madre – Todos son nuevos.

Y allí estaba la prueba de que su mamá se equivocaba. Unos tres grupos diferentes de chicas charlaban animadamente acerca de las vacaciones. Unos metros más allá unas tres chicas que no se conocían hablaban entre ellas del peinado que llevaban. Intentó hablarles, pero no reunió el valor suficiente; y después se le quitaron las ganas al ver la “profundidad” de su conversación. Lo mismo pasó con dos chicas más.

Así que se resignó, allí estaba. Debajo de un árbol, leyendo a Charles Dickens, ¡si tan solo pudiera entrar en un libro y hacerse amiga de sus héroes!  Ellos eran mucho mejores que las chicas que veía frente a ella.

- Eh… Hola – escuchó una vocecita nerviosa junto a ella. Una niña que tenía chinos de color dorado, por el sol, le sonreía - ¿Estás leyendo un libro  de Dickens, verdad?-

- Sí.- respondió Anna levantando la vista, tenía cabello negro y largo, con un flequillo, y unos ojos que cambiaban de color con la luz, a veces se veían grises, a veces negros, y lo menos frecuente… se veían de un violeta.

- ¡Es de mis 5 autores favoritos! – dijo entusiasmada la niña, enseñando una amplia sonrisa.

- Le gusta leer.- pensó Anna feliz. – ¡Y tiene autores preferidos!

Acto seguido, la niña se sentó. Y Anna vio sus ojos, que eran de un dorado igual al de su cabello…. ¿O eran verdes? –

- ¿Tus ojos son verdes? ¿O dorados? – preguntó Anna extrañada.

- Bueno, es una mezcla…- dijo  sonriente. – Mira, si los observas es como ver un girasol en el pasto, ¡desde arriba! – Anna observó y comprobó que era cierto.

- Son como los de Paul…- dijo sonriendo.

- ¿Paul?- dijo Anna curiosa.

- Es un amigo…- dijo mirando el libro de Anna – Pero no le gustan los libros.- Y cambio de tema – No creí encontrar a alguien nuevo…- sonrió.

- Ni yo.- dijo Anna – Y… ¿Qué otro autor te gusta?-

- ¡Ven! – la niña levantándose y llevándola al salón, cuando llegaron sacó un libro y se lo mostró –

- ¿George Bernard Shaw?- Preguntó – No había oído de él.-

- ¡Entonces…llévatelo! – dijo la niña feliz. – Te va a gustar.

- Pigmalión.- Anna leyó en su mente el título del libro.

- Entonces, ¿tú ya leíste A Christmas Carol?- preguntó a la niña.

- Aún no, mis padres me lo comprarán si saco buenas notas.-

- Toma.- dijo Anna dándoselo.

- ¿En serio?, ¡Gracias!- dijo emocionada abrazando el libro. – Por cierto, soy Marianne, Marianne Dashwood.-

- Anna Bennet.- dijo Anna sonriendo.

Fin Flashback

Heather sonrió.

- Y desde entonces ustedes 2 son amigas…- concluyo.

- Ahora somos 3, - sonrió Marianne. – Estos meses que te hemos conocido Heather…quiero decirte que… ¡te aprecio mucho! – Marianne se levantó de su asiento y la abrazo. – Eres genial.-

Heather también la abrazo.

- ¡Gracias Marie!- dijo Heather feliz.

- Annie…. Abrazo.- dijo Marianne mirándola severamente.

- … Marie…-

- ¡A - BRA- ZO!- Anna se quedo donde estaba. – Bueno… - dijo Marianne sonriendo. – Si Anna no va a la montaña…- dijo y Heather reía mientras ambas fueron a abrazarla.

- Ya, que se nos hace tarde…- dijo Anna. – Heather, ¿Quieres bañarte aquí? Te presto ropa.

- ¡Sí!- dijo ella. – ¡Gracias!-

Marianne y Anna recogieron todo mientras Heather se bañaba. Y pronto las 3 estuvieron listas, y se fueron a sus clases. Anna en el edificio de diseño, y Marianne y Heather en el de Humanidades. 

_______________________________________________

Marianne: Hello..hello...I don't know..why...

Anna: Marianne saluda....no te pongas a cantar.

Marianne: (rie) No lo pude evitar.

Anna: (suspira) Hola chicas, espero que les guste el capitulo de hoy... y si no es asi, lo escribio Marianne... 

Marianne: (enojada voltea) Si les va a gustar, ¿verdad? 

Anna: (rie) No...eres demasiado cursi

Marianne: Es que no puedo evitarlo...*.*

Anna: Marianne....

Marianne:.....

Anna: Ah...bueno, muchas gracias por leer! y por comentar...veré si puedo sacar a Marianne del trance