sábado, 4 de junio de 2011

Cap. 18 (If Not For You)

No sabía si estaba enojada o triste, pero lo que si sabía, era que James Paul McCartney podía regresarse por donde llego cuando reapareció en su vida. Rowena no entendía el por qué de la forma de ser de Marianne en ese momento, pero se limito a seguir a su amiga. Sabía que si se quedaba con Heather sola, se perdería en Londres.

Paul siguió cada movimiento de Marianne, hasta que Jane busco su rostro nuevamente para besarlo. El sonrió y correspondió al beso, cosa que hizo que Richard se golpeara la frente con la palma de su mano.

Marianne llego donde Heather, que bailaba animada con George. Harrison intento evadirla, pero la adrenalina que sentía en ese momento Marianne fue más rápida que él.

- Nos vamos – anuncio Marianne y Heather hizo como si no la hubiera escuchado. – Hablo en serio Heather… tenemos que irnos ahora. –

- Pero si es temprano… - replico Heather, que se aferraba de la camisa que Harrison vestía ese día.


- No me interesa, nos vamos… - volvió a decir, esta vez con un tono enojado.

Heather asintió y regreso a la mesa junto con George para tomar sus cosas, mientras que Marianne y Rowena iban en busca de Anna, que estaba entretenida con Bob.

Rowena, que miraba a Marianne con una expresión preocupada, la tomo del brazo pidiéndole una explicación de lo que pasaba, pero Marianne, decidida a marcharse de ese lugar, se acerco a Anna y con algo de esfuerzo interrumpió el baile de ella con Dylan.

- Annie… - el tono en el que la nombro, hizo que Anna mirara hacia la mesa donde estaban instalados esa noche.

- Entiendo… - respondió la chica de morado, que regreso a la mesa rápidamente, y tomo sus cosas.

Lennon, que miraba las acciones de Anna desde el bar, sonrió al verla separada de Dylan, pero luego empezó a preocuparse cuando vio que tomo su bolso y empezó a buscar algo dentro de este.

Anna regreso donde las chicas estaban reunidas y le entrego una tarjeta con su teléfono a Robert, que la recibió gustoso. Heather se reunió con ellas, y salieron del bar sin despedirse de los Beatles.

Marianne, detuvo el primer taxi que paso y subieron las cuatro en este, cerrando ella la puerta con un poco de fuerza, cosa que provoco un quejido por parte del chofer y un golpe con el codo hacia su brazo, por parte de Anna.

Cuando llegaron a su edificio, Marianne entro corriendo al elevador, lo llamo y entro tan rápido, que las chicas no llegaron a tiempo para subir con ella. Rowena y Heather miraron a Anna, que levanto los hombros y suspiro. Pensaba en no preguntarle que había pasado, ya que provocaría que su amiga llorara. Si ella deseaba contarle, Anna la escucharía gustosa. El elevador regreso a la recepción y las tres chicas subieron a sus departamentos.

Esa noche paso tan rápida para las chicas, y sabían que el sábado tenían que ir a trabajar hasta el medio día, menos Rowena, que debía cubrir cenas reservadas.

- Marianne, pasara lo que pasara, no puedes faltar… no llevamos ni un mes trabajando… -

- Lo sé, pero no se me antoja ir hoy… además es sábado y ya entregamos el reportaje. -

Anna, resignada, tomo su abrigo y su bolso salió a trabajar esa fría mañana de sábado. Rowena bajo con ella en el elevador, y se separaron cuando salieron del edificio.

Marianne se levanto de la cama, camino a la cocina sin ganas y tomo un plato y la caja de cereales de Anna. Reviso el contenido y sonrió, dejando el plato sobre la encimera de la cocina y regreso sus pasos hasta la sala de estar, donde encendió el televisor y paso los canales hasta encontrar uno en el que transmitía caricaturas. Metió la mano en la caja del cereal y saco una buena porción, que empezó a comer gustosa mientras miraba televisión.

Una hora después, Marianne dormitaba en el sillón hasta que el teléfono empezó a sonar. Maldijo para sí y se levanto sin ganas, caminando hasta donde se encontraba el teléfono, limpio su garganta y con una dulce voz fingida, respondió.

- Marianne Dashwood… -

- Ahm… ¿Se encuentra Anna? – pregunto una voz masculina al otro lado de la línea, que parecía confundida con la respuesta de Marianne.

- Está trabajando. ¿Quién la llama? –

- Bob Dylan… ¿Eres su amiga? – regreso la pregunta el chico, cosa que hizo sonreír a Marianne al escuchar el nombre.

- Ah… Sí, soy Marianne… ahm… Regresa al medio día, ¿deseas dejarle un mensaje? – pregunto algo interesada. Hubo un breve silencio y escucho la tos del chico.

- No, llamo mas tarde. Que estés bien Marie…- se despidió Robert y Marianne corto la llamada sin responder.

Mientras tanto, en un restaurante, los cuatro Beatles, disfrazados toman su desayuno. John Lennon, algo molesto porque lo habían despertado temprano, solo llevaba lentes de sol, cosa que si los descubrían, sería su venganza por haberse levantado tan temprano.

- ¿Alguien sabe por qué se fueron tan rápido?- pregunto Richard, que aun estaba confundido por la forma de actuar de Marianne.

- Creo que fue culpa de McCartney.- respondió Harrison, cosa que hizo que Paul bajara la mirada.

- Idiota, como siempre… y ahora Dylan tiene el teléfono de Anna… ¿Alguno de ustedes pensó en pedirle el teléfono o la dirección a las otras dos chicas? – la mirada de todos se dirigió a Lennon, que esperaba respuesta de lo que había preguntado.

- No. –

- Ni idea –

- Son unos idiotas…-

Un mesero llego con lo que habían pedido y empezaron a comer. John aun se quejaba porque se despertó temprano, George y Richard miraban su plato algo desanimados y Paul se preguntaba el por qué del comportamiento de Marianne la noche anterior.

- ¿Y si las buscamos?... digo, somos los Beatles... – sugirió Richard.

- Pero si el pequeño Ringo piensa… ¡por eso te queremos! –

- ¿Y cómo las buscamos? – pregunto Paul, y las miradas de todos regresaron a sus desayunos.

Diez minutos más de silencio, y todos terminaron sus desayunos. Paul perdió en un juego de piedra papel y tijeras, y pago la cuenta de los desayunos.

Mientras caminaban de regreso a la casa que compartían temporalmente, George iba mirando al suelo, tratando de evitar a los otros tres. Él sabía cómo contactarse con Anna, no por nada era su mejor amigo. Se dio cuenta que ninguno de ellos había tenido esa idea, asi que prefirió fingir no saber nada.

Paul abrió la puerta de la casa y se encontraron con una animada Jane, que estaba lista para una cita sorpresa con su novio. John golpeo el hombro de Paul y él suspiro resignado.

Jane salió animada de la casa y Paul la siguió, cerró la puerta y los otros tres Beatles se quedaron solos en la sala de estar. Fue cuando a Richard se le ocurrió otra idea.

- ¡George! –

- Ah enano, ¡deja de gritar! –

- Enano y flacucho, ¡no griten en mi casa! –

- No es tu casa… ahm… como sea, George, ¿tú no tenias el teléfono de Anna?-

Lennon dirigió su mirada a Starkey y luego a Harrison, que se golpeaba la frente con la palma de la mano. Richard sabía ser inoportuno.

- Pasa el teléfono, Harrison. – amenazo Lennon. George camino disimuladamente hacia la derecha, buscando la forma de escapar de la sala de estar. – Ringo, atrápalo. –

Richard y John corrieron hacia George, Starkey por la derecha y Lennon por la izquierda. Harrison intento correr por el centro de ellos, pero uno de los brazos de Lennon fue más rápido que el, que lo tomo de la camisa y lo jalo hasta hacerlo sentar en el sofá.

-Danos ese número Harrison… o te juro que te hago quedar mal con Heather. –

Harrison miro al techo y lo pensó. Sabía que sería traicionar la confianza de Anna, pero también le interesaba la amiga de ella, Heather.

- Dirán que se lo robaron de mi agenda. Es más, si la encuentran, bien pueden.-

John regreso su mirada a Richard, quien le asintió y corrieron a la habitación temporal de George. Estuvieron buscando entre cajas y bolsas la dichosa libreta, y cuando Lennon dio con ella.

- Bien… el plan es este. – Inicio Lennon. – Richard, llamaras a la casa de Anna y dirás que encontraste el número por casualidad. Luego le pedirás a la que conteste que quieres ver a Rowena y que si pueden ayudarte con eso. Pretexto para verlas nuevamente. ¿No soy un genio?-

- ¿Y cuándo haría eso? – pregunto inocentemente Richard, cosa que provoco una sonrisa por parte de Lennon.

- Cuando gustes, mi querido enano. Solo no te pases de dos días. Quiero adelantarme a Dylan. - respondió Lennon y salió de la habitación de Harrison, directo a la cocina.

Richard se quedó en la habitación y suspiro al ver el desorden que habían dejado, y que seguro Lennon no ayudaría a recoger.

El resto de día no pasó nada extraordinario. Dylan llamo una hora después a Anna, que con algo de nervios respondió y hablaron un rato en francés, a petición de Bob.

Cuando anochecía en Londres, Rowena y Heather bajaron al apartamento de Marianne y Anna para una noche de chicas. Anna las recibió gustosa, ya que eso distraería a Marianne de sus pensamientos dedicados a Paul. Mascarillas, peinados y cuentos de terror, así fue la gran noche de chicas, que a Marianne se le hizo más una pijamada infantil que una noche de chicas “adultas”. Cuando todas se fueron a dormir, en la habitación de Anna, Marianne aprovecho y salió en silencio a la sala de estar, para ver un poco de televisión y seguir su dieta de cereales.

Encendió el televisor, bajo el volumen y mientras pasaba canales, encontró una retransmisión de un concierto de los Beatles. Sonrió al ver cantar a Paul y luego suspiro. Cantaba en voz baja todas las canciones que él interpretaba, sin darse cuenta que Anna y Rowena la miraban desde la puerta de la habitación.

- Marianne… - dijo Anna en un tono de voz lo suficientemente fuerte para que Heather no despertara, pero para que Marianne la escuchara.

- ¿Estas enamorada de Paul? – pregunto Rowena.

La mirada de las dos chicas se dirigió a Rowena, que miraba fijamente a Marianne y a su reacción después de la pregunta. Se sonrojo y el brillo del televisor era suficiente para notarlo.

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(Entra Anna algo despeinada)
Anna: Ella ella eh eh eh
John: ¿Y ahora que le pasa?
Marianne: No sé. Anda asi desde la tarde.
John: Pense que solo escuchaba a The Beatles
Marianne: (Empieza a reír y sale del blog)
Paul: ¿Estaban perdidas?
Anna: (Dejando de cantar) No, lo que pasa es que... estamos ocupadas.
Paul y John: Claro...
Anna: En serio. Ademas, ¡recuerden que tengo mas historias!
John: Y en una estas con Townshend y Entwistle...
Anna: ¿celoso?
Paul: ¡Nos vamos!... Gracias por leer y tener paciencia. (Sale arrastrando a Lennon mientras Anna sonríe)

5 comentarios:

  1. marce y marianne!!!!!!!!!!!!!!!!!!AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH george quiere verme de nuevo!!!!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!! que hermoso hombre lo amooooo!!!!!!!!!!!!!!!! y dios golpearia a jane!!!!! maldita sucia!!!!!!!!!!!!! jum..... muero por saber mas... me encanto!!!!! sigan publicando!!!!!!!!!!! las quiero muchis!!!!!!!!!!!!! genial!!!!!!!!!!!!!! eaea dylan!!!!! jajajajjaaaj

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  2. ANNA AMA A DYLAN!! DÉJALES SU OPORTUNIDAD!!! DD:!! POR FAVOR :3

    [Qué suerte que me llamo Anna & AMO a Bob Dylan x)]

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Aaaaayyy!! muy genial!! ya extrañaba esta historia!!
    me encanto el capitulo!!
    escriben demasiado genial!!! son mis idolas!!!
    Las quierooo!! :D

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  5. awwww esa escena de las dos mirando a rowena :$
    ame este capitulo n.n

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