No tenían ganas de asistir al restaurante ese día. Empezando porque no tenían idea de quién era Brian Epstein, tampoco querían encontrarse con los Beatles, y mucho menos, comer la comida del hotel, que les había parecido algo insípida.
La cita que era a las 7, y aunque ellas acostumbraban a llegar temprano a todas sus reuniones, por una cosa, llamada pereza, llegaron casi a las 8.
Anna iba vestida de blanco con morado, y Marianne de azul con gris.
- ¡Chica de morado! ¡Aquí!- grito Lennon, mientras hacía señas con sus manos.
- “¡Perfecto! Ahora me encuentro con Lennon.- pensó Anna, mientras caminaban a la mesa donde estaban los cinco sentados.
- Ahm… ¿Quién es Brian Epstein?- pregunto Marianne mientras se sentaba al lado de Brian.
- Yo, mucho gusto.- dijo él mientras sonreía.
- El gusto es nuestro.- respondió Anna, que se había sentado al lado de George.
- Bueno… las cite a esta reunión…- John tosió y miro a Anna.
- Que lindo vestido blanco Bennet… primera vez que te veo sin morado.-
- Pues… fíjate en mis zapatos y mi broche en el cabello Lennon.- Brian suspiro y se acomodo. Sabía que cuando Lennon o cualquiera de ellos interrumpía, era mejor dejarlos terminar.
- Y tu Marianne… azul.- dijo McCartney, mientras miraba su polera.
- Si, el resto de ropa esta sucia y bueno…- Anna la miro, sonrió y Marianne entendió el mensaje. – ¿Bueno, para que nos citaron?-
- Ah sí… Yo el Beatle más genial, John Lennon… se le ocurrió decirle al cerdo que tenemos como manager…- señalando a Epstein. – Que sería genial que ustedes nos entrevistaran para Vogue. Total, somos famosos, estamos de moda, y es una revista de modas.- concluyo John, ganándose las miradas de odio por parte de Paul y de Brian.
Las dos chicas se miraron, y recordaron la nota que les había dejado su jefe unas horas atrás.
- ¿Y cuando seria eso?- pregunto Marianne algo emocionada, ya que esa entrevista, por fastidiosa que fuera, significaba trabajo.
- En tres días.- respondió Brian.
- Pero si quieren… yo digo que ya.- agrego Richard y George asintió.
- No, en tres días. El jefe de ellas dijo que estaban en vaca… bueno, en tres días, no tengo que explicarles todo a ustedes.- los cuatro chicos sonrieron y asintieron.
- Entonces, Brian amor, nos retiramos… queremos preparar nuestra entrevista y…- antes de terminar su discurso, George y Richard se levantaron.
- ¡Me pido a Anna!- grito George, la tomo de la mano y salió con ella del comedor.
Antes de que McCartney pudiera reaccionar, Richard y Marianne ya estaban saliendo del comedor también.
- Este enano… y el idiota de Harold…- Brian se levanto con una sonrisa en su rostro.
- Ja… ja.- dijo y camino a la salida del comedor.
- ¿Y qué hacemos ahora?- pregunto Paul, que seguía mirando a la salida.
- ¿Por qué… se te ocurrió eso?- pregunto John, sentándose al lado de Paul.
- Porque los medios empezarían a inventar cosas de ellas… y no tienen la culpa de encontrarse con nosotros.-
- ¿Lo haces por Marianne?-
- Por las dos.- respondió Paul y sonrió levemente. – Son mis amigas desde hace mucho… y quiero protegerlas.-
- Pero más a Marianne…- dijo Lennon y suspiro. – No es mala idea Paul…-
- Eso lo sé. Lo pensé yo… ¿te imaginas si lo hubieras pensado tu? Tendrías que casarte con Anna o Marianne y…-
- Me casaría con Anna.- Paul lo miro y empezó a reír.
- Claro, John… y luego yo con Marianne y regresamos a Liverpool y seriamos dos familias ejemplares.-
- ¡Sí!... ¿no sería genial?-
- Eh… no. Hay que buscar a esos cuatro.- dijo Paul, mientras se levantaba de su puesto.
- Celoso… yo no buscare a Anna, sé que no hará nada con el pequeño Georgie… y si él intenta algo, diré que todo fue un accidente.- Lennon se levanto igual de su puesto y camino hasta el lobby, para coquetear con la recepcionista de turno.
- ¿Celoso?- pensó Paul y luego sonrió. – Solo cuido a mi mejor amiga.-
Richard y Marianne, que habían salido del hotel, estaban en la cafetería cuatro calles arriba.
- Y estamos aquí porque…-
- Porque Anna dijo que si podía, te separara de Paul.- respondió Richard, mientras miraba el menú. – ¿Pedirás algo?-
- Yo invito…- sonrió Marianne y tomo otro menú. – Asi que Anna…-
- Si, y no puedo decir más.-
- ¿Por que se fue con George?-
- Porque no quiere estar con Lennon, y según entendí, ellos son amigos desde hace mucho y compartían correspondencia y…- Marianne miro a Richard algo confundida. – Y no sabias eso.-
- No…- una camarera llego para tomar la orden. – Un té frio, un helado de vainilla y un brownie ¿Y tú?-
- Lo mismo, pero el helado que sea de caramelo.- La camarera sonrió y volvió a la cocina.
- Entonces, Anna me oculto eso.-
- Supongo, yo en peleas ajenas no me meto.- Marianne suspiro y miro por la ventana de la cafetería.
Anna y George, caminaron en silencio hasta un pequeño parque a cinco minutos del hotel.
- Gracias Georgie…- George sonrió al escucharla.
- Por nada Annie, sabes que siempre te ayudare en lo que necesites.-
Los dos se sentaron en una banca, que daba vista al mar. Y aunque era de noche, la luz del alumbrado se reflejaba en la marea que llegaba a la playa.
- Harrison… ¿por qué dejaste de escribirme?- pregunto Anna sonriendo levemente.
- Porque llegamos a Francia y tuvimos una agenda ocupada.- respondió George, mientras la abrazaba.
- Y Stu… ¿Por qué se quedo en Hamburgo?-
- Se enamoro de una chica que conocimos allá.-
- Ya veo… Supongo que fue feliz con ella.- Anna sonrió levemente y luego miro a George a los ojos. – ¿Y tú no encontraste a nadie?-
- Aventuras no más. Nada serio… ¿Y tú?-
- Desde Peter… nada serio.- George sonrió con la respuesta de Anna y suspiro.
- ¿Tu lo querías?- pregunto algo curioso, provocando que Anna se riera.
- Si, lo quería. Era un chico genial… en la universidad llegue a extrañarlo una vez que me escribió.-
- Si, el igual te extrañaba y bueno… desde que Ringo entro, no volvimos a saber de él.-
Anna y George suspiraron al tiempo, y ella recargo su cabeza en el hombro de Harrison, mientras los dos miraban al mar.
Paul, en su habitación, esperaba la llamada de la recepcionista avisándole que ya había entrado Marianne.
Dos horas después, la recepcionista aviso en la habitación Lennon y en la McCartney, que los cuatro habían regresado, y que había escuchado que las chicas iban a su habitación.
John agradeció a la recepcionista con palabras románticas, y salió de su habitación hacia la de Anna. Paul, pidió que lo comunicaran con la habitación de Marianne.
Al escuchar que alguien llamaba a la puerta, Anna se levanto de su cama y abrió.
- ¿John?- pregunto al verlo sonriendo.
- Linda pijama… chica de morado.- dijo él mientras entraba a la habitación.
- Si gracias, ¿puedes irte?-
- No es morada, chica de morado. Es azul.-
- La chica de morado siempre lleva morado Lennon. Siempre.- respondió Anna mientras sostenía la puerta abierta.
- ¿Ah sí?... esto se pone interesante, Anna.-
- ¿Anna?- pregunto confundida, pocas veces, o casi nunca John le había dicho asi.
- Si, ¿luego no te llamas asi?- John miraba la habitación, camino hasta el armario, lo abrió y sonrió al ver la cantidad de ropa de color morado que había.
- Aléjate de ese armario Lennon. Y si, me llamo asi. ¿Ya te vas?-
John camino hasta la puerta y abrazo a Anna, alejándola un poco de la puerta para cerrarla.
- No, no me voy.- respondió en voz baja, provocando que ella se sonrojara.
- Yo opino que si… hasta dentro de tres días.- dijo Anna, acercándose nuevamente a la puerta.
John sonrió levemente y la tomo del brazo, halándola suavemente hacia él. Quedaron de frente y Anna volvió a sonrojarse.
- Hace años… quiero hacer esto.- susurro John y Anna desvió la mirada.
- ¿De qué hablas?- pregunto algo nerviosa, provocando que Lennon sonriera de forma traviesa.
- Anna… mírame.- una de las manos que rodeaban la cintura de Anna, subió hacia su rostro y empezó a acariciarlo.
Anna regreso su vista a John y suspiro. John humedeció sus labios y dejando de sonreír, acerco su rostro al de ella. Anna cerró los ojos, y sintió los labios de John que tocaban los de ella.
- No John…- pensó antes de que John la besara. Al principio no correspondía, provocando que Lennon sonriera, pero algo la impulso a besarlo. Mientras lo hacia sonrió, una serie de recuerdos volvieron a ella, sobre todo el día que lo conoció, para ella, el mejor y a la vez el peor día de su vida.
Flashback
Anna caminaba llevando sus libros hasta la casa de Marianne. Todos los días, a esa hora escuchaba a alguien que intentaba tocar guitarra en Strawberry Fields.
Ese día, había peleado con sus padres y no se sentía nada bien, y algo la impulso a entrar al viejo orfanato. Había escuchado a Marianne decir que era un excelente lugar para relajarse.
Camino unos cuantos pasos lejos de la entrada, y bajo un árbol, estaba un chico con lentes y una guitarra, tratando de tocar algunos acordes.
- Mamá lo hacía ver tan fácil…- pensó el chico en voz baja, mientras dejaba la guitarra a un lado.
Anna lo miro y tratando de hacer silencio, iba a regresar a la entrada, pero piso una rama, y ese sonido llamo la atención del chico.
- ¿Quién eres?- pregunto mientras se levantaba de su lugar. – Linda falda… y es morada.-
Anna se sonrojo e iba a seguir caminando, pero el chico camino más rápido y quedo frente a ella.
- Ahh estudias en el instituto de señoritas…- dijo al ver los libros que Anna llevaba en sus manos. - Soy John, ¿y tú?-
- Anna… perdón, tengo que regresar a mi…- al recordar la pelea con su madre, sollozo y sonrió. Odiaba llorar.
- ¿Estabas llorando?- Anna asintió e intento pasar por un lado, pero John la abrazo.
- Una chica tan linda no tiene porque llorar…- le dijo al oído, provocando que Anna se sonrojara.
- ¿Y siempre eres tierno con las chicas desconocidas?- pregunto Anna, haciendo que John empezara a reír.
- No, no lo soy. Pero algo me dijo que lo fuera contigo…-
- Tengo que irme, mi amiga me está esperando. Mucho gusto… John.- Anna logro evitarlo y salió corriendo de Strawberry Fields. Cuando llego a la puerta sonrió al escuchar de nuevo los torpes acordes de la guitarra.
Fin del Flashback.
- John… no.- dijo Anna al sentir las manos acariciar su espalda por debajo de la pijama.
- ¿Pero porque no?- pregunto Lennon, bajando a su cuello para besarlo. – Sabemos que tu ya…-
- No es por eso. Y que te importa. No quiero, no asi.- respondió Anna, alejándose de John. – Necesito descansar, mañana saldré con Marianne.- Camino hasta la puerta y la abrió.
John sonrió y suspiro resignado.
- Esta bien chica de morado… nos vemos mañana antes de que salgas… que sueñes bonito.- John salió de la habitación y Anna cerró la puerta. Los dos se recargaron a esta y sonrieron, mientras pensaban en lo mismo. El día que se conocieron. Habían cambiado mucho desde ese día.
En la habitación de Marianne, esperaba que alguien hablara al otro lado de la línea.
- Por Dios McCartney, se que eres tu… Habla o corto.-
- No espera… ¿Estas saliendo con Richard?-
- Paul… dime ¿Eres o te haces?- pregunto Marianne mientras se recostaba en la cama, con el teléfono al lado.
- ¿Qué?-
- Nada, y no, no estoy saliendo con Richard. No soy una… de esas. Que descanses…-
- Espera Marie… ¿Podemos vernos mañana?-
- No lo creo Paul, saldré con Anna todo el día.-
- Pero John esta con ella… no dije nada, ¡adiós!- Paul corto la llamada y Marianne marco a la habitación de Anna.
- ¿Hoy no me dejaran dormir?- respondió Anna molesta.
- No estás con John?- pregunto Marianne y Anna sonrió.
- No, que tengas una linda noche.- corto Anna y Marianne sonrió.
-----------------------------
(Entra Anna algo agitada e impaciente)
Marianne: Pasa algo?
Anna: Morire de tantas sorpresas
Marianne: Deja de ver películas entonces
Anna: Nunca!... además, que culpa si me las recomiendan
Marianne: Si... claro... Hola señoritas, en el capitulo de hoy
Paul: Aquí estas Marie... ¿Dejaras de huir?
Marianne: Nunca! (sale corriendo)
Paul: Anna, estas bien?
Anna: ... Joker... Alex... Fred...
Paul: (Se aleja disimuladamente de ella) Esta loca... Marie!!
Anna: Alex... Joker... Batman... Iron Man... waaaaaaaaaa!!! (Sale corriendo mientras grita)
John: Hola?... llegue tarde... Alguien ahí?